Definimos como “política” a una serie de principios básicos que utiliza la empresa para tomar decisiones en varios ámbitos, como por ejemplo la política salarial, encargada de fijar la percepción económica (salario), ya sea en dinero o en especie, de los trabajadores por prestar sus servicios en la empresa.
La empresa debe entregar un justificante de pago del salario a cada trabajador, conocida como nómina, en la que se detallen los ingresos (devengos), las deducciones y el líquido a percibir, es decir, el sueldo neto que llega a la cuenta del empleado.
A continuación desglosaremos cada uno de los componentes de la nómina:
ELEMENTOS DE LA NÓMINA O JUSTIFICANTE DE PAGO
DEVENGOS (SALARIO BRUTO)
Percepciones salariales: Compuestas por el salario base y por los complementos salariales.
Percepciones NO salariales: Compensa posibles gastos del trabajador en el trabajo (dietas). No cotizan a la S.S.
DEDUCCIONES (SS) Y RETENCIONES (IRPF)
Cotizaciones sociales: Al pagarlas, el empleado tendrá derecho al pago por desempleo, jubilación, etc.
Impuestos: Retenciones de salario que se aplican al trabajador. Varían según su sueldo bruto.
LÍQUIDO A PERCIBIR (SALARIO NETO)
Es el resultado de quitarle a los devengos las deducciones y retenciones
Tal y como acabamos de ver, en los devengos de la nómina encontramos las percepciones salariales, las cuales a su vez se dividen en el salario base y los complementos salariales. Estudiaremos dichas percepciones salariales en profundidad dada la variedad de complementos salariales existentes
LAS PERCEPCIONES SALARIALES
SALARIO BASE
Determinado según el convenio del sector.
El mínimo a jornada completa será el SMI.
COMPLEMENTOS SALARIALES
Personales o por puesto de trabajo: Antigüedad, nivel de idiomas, plus de peligrosidad, nocturnidad…
Por calidad o cantidad de trabajo: Por el cumplimiento de objetivos, horas extra, puntualidad, etc.
Por vencimiento superior al mes: Participaciones en beneficios de la empresa y pagas extraordinarias.
Percepciones en especie: Percepciones no dinerarias que no pueden superar el 30% del total de percepciones (coche de empresa).
