En el modelo Wilson sin Stock de seguridad el nivel óptimo de inventario coincide con la cantidad de pedido óptimo (Q*).
Una vez que la empresa conoce esta cantidad óptima (Q*), es cuando podrá conocer otros conceptos tan importantes como el punto de pedido o los días entre cada pedido (cadencia).
El punto de pedido es el nivel de existencias que debe haber en el almacén el día que se haga un nuevo pedido al proveedor.
Para que el modelo Wilson sea de utilidad y ayude a encontrar el nivel óptimo de pedido, se deben dar una serie de supuestos:
La demanda de productos es constante durante todo el año.
Todas las variables son conocidas de antemano.
La empresa siempre solicita la misma cantidad en cada pedido.
El proveedor siempre tarda lo mismo en realizar la entrega.
El coste de almacén es proporcional al número de existencias.
Opcionalmente puede existir un stock mínimo de seguridad.
Además en el modelo Wilson se producen las siguientes fases en la gestión de inventarios:
La empresa tiene su almacén lleno de existencias hasta su máxima capacidad o nivel óptimo de inventario (QMAX).
Conforme pasan los días el almacén se va vaciando.
Cuando quedan “q” existencias, la empresa ha llegado a su punto de pedido (Pp), y por tanto, emite uno nuevo.
El proveedor tarda unos días en hacer llegar el pedido, y cuando la empresa lo recibe, el almacén se llena de nuevo.
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